Esta es una serie de bitácoras escritas por estudiantes de la práctica electiva “Memoria y Género: Aproximaciones desde las Historias de Vida” del Observatorio de Desigualdades de la Escuela de Sociología de la Universidad Diego Portales. 

Por Javiera Rivano. Estudiante de Sociología de la Universidad Diego Portales.

El jueves 24 de agosto tuvimos la tercera reunión de la práctica electiva “Género y memoria: Aproximaciones desde las Historias de Vida”. Al empezar la reunión, nuestra compañera Catalina Álvarez presentó un capítulo del texto “Trabajos de la memoria” de Elizabeth Jelin.  La autora comienza diciendo que la represión tiene género. En este sentido, a las mujeres se les buscaba por su identidad, por sus vínculos familiares, y por la “culpabilidad” que tenían respecto a los malos caminos que habían tomado los hombres a los que estaban relacionadas. También, se menciona que las mujeres son más detallistas al momento de recordar y los hombres son más sintéticos. Así, se menciona que las mujeres recuerdan según hechos familiares y vínculos afectivos, omitiendo su identidad. Entonces, se llega a la conclusión de que se debe dar voz a los que no tienen y esto hace que se vean distintos puntos de vista de la “historia oficial”.

Luego de esto, se pasa a la segunda exposición, en donde yo expuse el texto “Género y memoria” de María Herminia Di Liscia. La autora menciona que la sociedad patriarcal en la cual estamos insertos ha diseñado la esfera política y pública para los hombres y las mujeres en este espacio tienen una posición subalterna. Por otra parte, la mujer ha sido relegada al mundo privado, al mundo doméstico, en donde se les asigna las tareas domésticas exclusivamente a ellas. Por lo tanto, es natural que las mujeres en sus historias de vida no recuerden las actividades políticas que han hecho, y que cuando lo hagan, esta memoria esté condicionada respecto a su cuidado hacia otros, en sus entornos familiares, o a su maternidad. Para terminar, se habla de Rosalba D´atri, que fue presidenta de la UMA (Unión de mujeres de la Argentina) por dos años, al hablar respecto a los recuerdos que tiene sobre esta organización, se muestra que para ella no representa un hito importante, todos sus recuerdos están en base a su maternidad. En este sentido, se llega a la conclusión de que la maternidad, el cuidado hacia otros, la reproducción doméstica, son experiencias constitutivas en las narrativas femeninas.

Después, de la exposición de los textos, discutimos respecto a estos con nuestras compañeras, una reflexión central que se llegó fue que la dictadura fue un periodo de retroceso en los derechos fundamentales de las mujeres, existió una despolitización hacia este grupo de la población. Existía un pensamiento de como la mujer tenía que ser (lo cual sigue existiendo hoy en día), una mujer que sea de izquierda en dictadura es todo lo contrario respecto a lo que una mujer debe ser según el régimen, puesto que la dictadura buscaba reafirmar aún más los roles y expectativas que se tienen del sistema de género que estamos insertos.

También se llega a la reflexión de que las mujeres tuvieron que tomar roles en el espacio político y público porque sus compañeros fueron torturados y debían salir a buscar justicia. En este sentido, las mujeres debían estar preocupadas de labores del hogar y al mismo tiempo salir a buscar justicia. Entonces nos preguntamos: ¿Por qué se recuerdan a mujeres familiares de detenidos desaparecidos y no a mujeres sindicalistas por ejemplo?, se responde que es porque ellas son las que salieron a pedir justicia. Sin embargo, queda una deuda de investigación, en pensar en otros tipos de memorias que ayudan a ver otros puntos de vista respecto a la dictadura.

Y como reflexión final se dice que la represión tiene género porque hubo especificidades género. Por último, en el libro de códigos, se pone el concepto “género y memorias” el cual se resume como: las mujeres tienen una forma específica en recordar que está condicionada por su posición en el sistema de género que estamos insertos, al mismo tiempo las mujeres otorgan más detalles al momento de recordar. Se da voz a un sujeto que ha sido invisibilizado, que se ha retirado de la “memoria oficial”, entrega distintos puntos de vista respecto a los procesos históricos.