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Tijeras y trincheras: una biografía en dictadura

22 Diciembre 2023

Autor: Patricio Alarcón, Estudiante de Sociología UDP[1]

Tijeras y trincheras: una biografía en dictadura[2]

Mi familia de parte de mamá tiene un fuerte componente político ligado a la “izquierda”, concretamente al comunismo y a las juventudes estudiantiles revolucionarias de la época posterior al golpe. Los miembros más activos políticamente eran los dos hermanos menores de mi abuela, con una tercera hermana más ajena a esta esfera. Este trabajo recoge la perspectiva de mi abuela, que para el momento del golpe tenía cerca de 23 años y aún no era miembro de un partido político. En relación a sus hermanos, tuvo que buscar durante años a Pablo, ex miembro del GAP que se exilió a México tras el Golpe y recorrió una gran cantidad de países en su exilio. Más adelante, posterior a 1980, mi abuela tuvo que buscar y acompañar al menor de los hermanos, que para el momento del golpe terminaba cuarto medio, en su propio proceso de encarcelamiento en Chile. El relato comienza con lo que ella misma considera un punto clave, un antes y un después (Arfuch, 2002), que resulta ser el 11 de septiembre de 1973. Con recuerdos que entre mezclan su relato con los de los hermanos (Molloy, 1996). Entonces, el intento por formar una familia y vivir una “vida normal”, junto al contraste de verse impulsada a participar en grupos revolucionarios y la vida guerrillera de sus hermanos, se refleja en el título: Tijeras y trincheras: hitos de mi familia.

P: “¿Para ti, cuando comenzó la dictadura?”

M: “El día del golpe, aunque nadie sabía lo que iba a pasar, fue cuando empezó todo para nosotros. Escucharlo en la radio, no saber si era verdad o era como lo de las tanquetas[3] y pensar que iba a pasar… Después vimos que era en serio, que se estaban tomando la Moneda, tu tío Gustavo salía del liceo[4] y pudo llegar caminando a la casa, pero tu tío Pablo estaba ahí mismo[5]. Después llegaron a la casa a avisar que se lo habían llevado, no teníamos idea de dónde estaba”.

El 11 de septiembre, luego del suicidio de Allende -como lo cuentan en la familia- y la rendición de los que quedaban en la Moneda, donde algunos fueron detenidos y otros asesinados en el acto, Pablo, junto a otros GAP, fueron llevados al regimiento de Tacna, golpeados y amarrados con alambre de púas. Aquí, en sus propias palabras, “dinamitaron” a algunos de los que pudieron identificar, otros fueron arrojados al mar y el resto fueron trasladados nuevamente. El 12, llegó a un centro deportivo donde fue golpeado y el 13 de septiembre, fue trasladado al Estadio Nacional. Luego de un periodo de unos meses, donde fue representante de un grupo de detenidos, logró salir y volver a la casa. Gustavo se encargó de exiliarlo en la embajada de México y luego se fue del país.

Aquí comienza un periodo donde Gustavo operó en la clandestinidad, completando sus estudios superiores a la vez que colaboraba con grupos revolucionarios. Mi abuela, por otro lado, completó su formación como estilista profesional, se casó en 1976 y en 1977 nació su primera hija, mi madre. Al preguntarle por la dictadura, omite lo ocurrido entre 1973 y 1979 y retoma el relato en 1980. Durante dicho periodo, viajaba constantemente para conocer el estado de su hermano Pablo y para llevar encomiendas secretas, cosa que también hacía Gustavo. El mismo año, una operación de la CNI plantaría armas en la casa donde vivía Gustavo, con el objetivo de que él llegara y lo encontraran con las armas, pero nunca llegó, por lo que lo detuvieron igualmente sin poder nunca vincular las armas con Gustavo.

Lo que mi abuela menciona inmediatamente luego de hablar del golpe y la primera detención de 1980, es la detención de ambos hermanos en 1983: Gustavo en Chile, debido a la emboscada mencionada antes; y Pablo en Bolivia, por un atentado que lo vinculó con la guerrilla del país, de esta detención se enteraron más o menos en 1985, esto porque Pablo vivía con un nombre falso que se vio obligado a dejar de usar para poder recibir ayuda y salir de Bolivia. Ella recuerda los viajes que realizó a Bolivia a ver a su hermano Pablo y algunas veces que entró a la cárcel en Chile a ver a Gustavo. En concreto destaco dos historias, la primera porque deja ver que no le tenía miedo a “los milicos”, según ella misma me lo dijo; y la segunda porque incluye a mi tío, hermano de mi mamá, que para el momento de la historia tenía unos 2-3 años (1984 aproximadamente).

En la primera historia me cuenta que mi tío, juntos los otros presos de su bloque, hacían artesanías que vendían para comprarse sus cosas en la cárcel y poder vivir, consiguieron eso con la Vicaría de la Solidaridad porque una vez trataron de matar a uno de los presos con una comida que le cortó las cuerdas vocales. Ella conserva un bolso artesanal, hecho por mi tío, que usó mi mamá cuando era adolescente.

Imagen 1: Cuadro de arpillera             Imagen 2: Bolso de cuero

M: “…si po’, los presos vendían estas cosas y con eso comían. Me acuerdo de que una vez me mandaron a mí a comprar una vez po’. En la cárcel te revisan al entrar y al salir, entré sin nada y salí con 5 lucas. Me llevaron detenida donde el que la llevaba en la cárcel… me preguntó de dónde había sacado yo esa plata y lo miré y le dije “no nos veamos la suerte entre gitanos, usted sabe que los trataron de matar y ellos trabajan y venden sus cositas para poder vivir, asique no me venga con cosas ahora…”, asique me dejaron ir nomás po’. [risa]”

P: “¿Y es verdad que a veces fueron con mi mamá y mi tío a verlo?”

M: “Si po’, estaba chiquitito tu tío, tenía como 3 años la primera vez que fuimos… Y la Rosa [ex esposa de Gustavo] llevó al Renato [hijo mayor de Gustavo, de unos 4 años al momento], pero 1 vez nomás porque armó la media pataleta, quería dejar a la mamá en la cárcel y llevarse a tu tío [risa].

P: “¿Y eso de que mi tío [Álvaro] pasaba cosas para dentro de la cárcel…?”

M: “Ah también po’, como era bonito, las gendarmes no dejaban que nadie lo revisara, entonces le metíamos cosas en la ropa, lo querían harto las gendarmes, al Renato no.

Este relato revela las estrategias de supervivencia de los presos políticos durante la dictadura, con la venta de artesanías como fuente de recursos básicos en prisión. La anécdota de mi abuela, quien llevaba dinero oculto al salir de la cárcel, ilustra la solidaridad y valentía frente a la opresión, además, se deja ver la complejidad de la vida carcelaria, proporcionando un ejemplo de las dinámicas de resistencia y apoyo mutuo en tiempos tan complejos. Con este trabajo, se devela la conformación de la identidad de mi abuela, pero también es posible identificar lo que para toda mi familia son hitos que nunca debemos olvidar y que constituyen tanto la historia familiar, como la del país; dejando ver que la vida, por muy personal que se quiera, se encuentra siempre en el cruce con el contexto social. Finalmente, con este trabajo descubrí la gran “sombra” que puede ser la dictadura en la vida de alguien que nació tanto tiempo después (Sarlo, 2005), revelando, a su vez, lo inconmensurable de la vida misma.

REFERENCIAS:

Arfuch, Leonor. (2002) El espacio biográfico. Dilemas de la subjetividad contemporánea. Buenos Aires: FCE. https://fondodeculturaeconomica.cl/products/el-espacio-biografico

Molloy, Silvia (1996) Acto de presencia. La escritura autobiográfica en Hispanoamérica. México DF: FCE.

https://ayciiunr.files.wordpress.com/2020/04/molloy-sylvia-acto-de-presencia.pdf

Sarlo, Beatriz (2005) Tiempo pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo. Una discusión. Buenos Aires: Siglo XXI.

https://www.buscalibre.cl/libro-tiempo-pasado-cultura-de-la-memoria-y-giro-subjetivo-una-discus-ion/9789871220229/p/1025961

NOTAS AL PIE:

[1] Correo: [email protected]

[2] Realizado en el marco del curso “Taller de investigación aplicada” del Observatorio de Desigualdades, impartido por la profesora Ángela Boitano.

[3] Se refiere al golpe fallido que se conoce como “tanquetazo”, de junio de 1973.

[4] Tenía entre 17 y 18 años

[5] Estaba en la moneda, él mismo me contó que no fue de los últimos en salir porque era de los más jóvenes ahí, tenía cerca de 22 años y era uno de los GAP más jóvenes.