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Alejandra Ramírez: “Niñas, niños y adolescentes víctimas del femicidio de su madre” (3º Diálogo Desigualdad)

9 Junio 2014

Por Monserrat Uriarte (Estudiante de Sociología UDP) | El pasado lunes 02 de junio se llevó a cabo el “Tercer Diálogo de la Desigualdad 2014″. En la ocasión recibimos a la profesora Alejandra Ramírez (Trabajo Social, Universidad Santo Tomás e INACAP), quien presentó su trabajo titulado “Niñas, niños y adolescentes víctimas del femicidio de su madre: Apuntes para la intervención”. El evento se realizó entre 17:00 y 18:30 hrs. en la Sala de Reuniones del 2º piso de la Biblioteca Nicanor Parra, y contó con los comentarios de Viviana Abarca (Consejo Nacional de la Infancia).

En esta charla se propone una mirada reflexiva de la intervención en victimas del femicidio de sus madres, se presentan los aspectos más fundamentales. Los objetivos de la presentación son: comunicar las reflexiones provenidas del trabajo de intervención  realizado en 2010, analizar el problema de los/a niños/a que son víctimas en un contexto de desigualdad de género y finalmente revisar aspectos relativos a la intervención psicosocial con niños víctimas.

El tema del femicidio siempre ha estado presente, se muestran extractos de canciones con el fin de señalar como por medio de algo cotidiano, se puede normalizar discursos de violencia y maltrato. Los antecedentes  los divide en dos: primero se encuentro la violencia contra las mujeres, que lo considera como cualquier daño físico, psicológico o sexual que puedan sufrir mujeres, y también se considera violencia cualquier amenaza o privación de libertad. En segundo lugar está el femicidio, son los crímenes contra una mujer por el solo hecho de serlo, este es el resultado extremo de la violencia de género, un tipo  se conoce como “femicidio íntimo” que implica el asesinato de las mujeres por parte de su compañero sentimental. A partir del año 2010 en chile se cuenta con una ley de violencia contra las mujeres, la ley 20.480 amplia el parricidio a nuevos sujetos como ex conyugues o convivientes sin límites de tiempo. El femicidio “intimo” es el ámbito privado, dice que las mujeres mueren más dentro de la casa que fuera de ella, en chile se ve que la mayoría de los femicidios corresponde al tipo “intimo”. Entonces se pregunta ¿cuántos niños sobreviven a los femicidios de estas madres?  En  Chile en el año 2007 se constataron la historia de 47 niños víctimas (67% niños y 33% niñas), el promedio de edad fue de 10 años.

De acuerdo a esto se pregunta ¿qué tipo de intervención se debe hacer? Y para poder responder eso se debe considerar que la violencia está inscrita en la historia de la familia, afectando a todos dentro del círculo familiar, no solo a quien la padece, el hecho fatal da cuenta de muchas violencias previas donde los niños se constituyen como “testigos de violencia”, por eso se propone que se les considere como victimas secundarias de la violencia.

En la observación de algunas consecuencias derivadas de la “orfandad por femicidio” se debe tener en cuenta que el acto mismo de femicidio se constituye como una vulneración de los derechos de los niños, ya que se les despoja de sus madres y padres, es decir, además de enfrentar la muerte de la madre en muchos casos deben enfrentar también la muerte simbólica o material del padre. Además el tipo penal de homicidio resulta insuficiente para dar cuenta de la complejidad del fenómeno, el femicidio supera a los niños como solo observadores, deben ser considerados como victimas secundarias.

En último lugar se exponen los “apuntes para la intervención”, aquí deben ser incorporados cinco ámbitos:

  1. La alteración del contexto vital: esto implica cambios en el diario vivir del niño, se debe adaptar a: nuevos entornos (la escuela, domicilio, colegio), un nuevo cuidador, nuevas reglas de convivencia. Se sugiere en este punto que las tomas de decisiones sean rápidas así se declina un poco el caos en el que se encuentra el niño y la familia en general, puede que sean decisiones transitorias pero por el momento son necesarias para ayudar mantener una estabilidad.
  2. Consideración de las historias de violencia: muchos de los crímenes tienen una larga historia detrás, que conforman sistemas familiares organizados en torno a la violencia, es decir esta se conforma como la manera de relacionarse. Se propone que en la intervención con los niños (que también son víctimas) se establezca una nueva forma de vínculo con los “otros”, donde se priorice el buen trato.
  3. Situación proteccional de los/a niños/a: quedan en cuidado de la familia extensa o de instituciones, al decidir a cargo de quien quedan no solo se toma en consideración los aspectos económicos, sino también los aspectos afectivos en el cual puedan enfrentar la perdida. Se sugiere que una vez que se supere el caos inicial, se haga una nueva evaluación de los recursos  y capacidades que tienen los adultos a cargo de los niños.
  4. Duelo traumático: las diferentes pérdidas por las que atraviesa el niño cuando ocurre el femicidio de su madre, llevan al niño a una situación de estrés muy grande. Para poder manejar esto, se sugiere un seguimiento de un año donde ocurra un espacio de reparación especializado.
  5. Consideración de lo público y privado: es muy importante que se maneje la información pública que se conoce con respecto a la situación que vive una familia, muchas veces por no hablar para que el niño no se entere de tantas cosas le hacen un daño peor porque ellos rellenan lo que no se habla. Se sugiere entonces que los adultos a cargo del niño sean capaces de hablar con ellos y poder guiarlos en la información que manejan.

Al final de la charla Viviana comentó que le pareció muy interesante el trabajo, ya que se levantan nuevas categorías de análisis que se encontraban invisibilizadas, y esto lo lograron llevar a la ley: el femicidio y la gran vulnerabilidad de los derechos tanto para niños como mujeres. Un aspecto práctico que considero relevante es la manera en que operacionalizan y conceptualizan, generan un protocolo de intervención muy práctico.

En cuanto a la discusión que siguió después se tocaron temas como: porque las “víctimas secundarias de femicidio” eran más niños que niñas, que tipo de relación tiene la vulnerabilidad con este tipo de homicidio, en este punto señalaron que hay muchos factores de riesgo que son estresores y llevan a esas circunstancias, otro tema del que se hablo fue del  quiebre de la relación entre el niño y la familia de su padre y finalmente la reinserción escolar y social de los menores, como se puede lograr esto después de una circunstancia tan traumática.

Lo debatido es un aporte a la comprensión de las desigualdades en Chile, ya que expone un claro ejemplo como dentro de las familias se producen y reproducen patrones de desigualdad de género, donde la mujer sigue siendo “el sexo débil” y por tanto a quien se puede agredir. Tal como contaba la expositora  los niños, quienes son los futuros adultos, ven este maltrato y en muchas situaciones repiten las mismas conductas, es necesario que se generen prácticas e intervenciones en la familia donde los niños son víctimas de agresión para poder romper con este círculo de violencia. Otro punto donde este problema genera desigualdad, es que al quedar en muchas ocasiones los niños a cargo de sus abuelas, ellas no son capaces de darles las mejores oportunidades, ya que, en su mayoría o no trabajan o son trabajos que no constan de un salario bien remunerado. Entender y generar leyes en protección de la mujer y de sus descendientes nos puede ayudar a disminuir los niveles de desigualdad,  para así lograr insertar en la sociedad que muchos discursos que han sido naturalizados (como las canciones) ayudan a generar más desigualdad de género.